La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comer frutas, verduras, legumbres (por ejemplo, lentejas, judías), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz integral no procesados) y al menos cinco porciones de frutas y hortalizas al día.

En cuanto al consumo de grasa, se establece que las no saturadas presentes en el aceite de pescado, los aguacates, los frutos secos o el aceite de girasol, canola y oliva son preferibles a las grasas saturadas que están en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, el ghee y la manteca de cerdo.

De hecho, el aceite de oliva tiene un alto contenido de grasa monoinsaturada, un 60 % mayor al del aceite de maíz y un 20 % más que el aceite de canola.  Las grasas monoinsaturadas han demostrado en estudios clínicos, que ayudan a bajar los niveles de colesterol malo (LDL) en la sangre y a subir el colesterol bueno (HDL), conocido por ser un mecanismo de protección que contribuye a reducir los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares.

Sobre el consumo de vegetales, D. Milton Stokes, director global de comida, nutrición y salud de Monsanto Company, apuntó que uno de los que tiene un alto contenido de nutrientes es el kale o la col rizada. “Es un vegetal lleno de nutrientes, como vitaminas y minerales con propiedades antioxidantes. He estado experimentando con varias maneras de preparar la col rizada para maximizar su atractivo para mi familia. Lo único que se tiene que hacer con la col rizada pura es hacer una ensalada tradicional”, detalló.