El aceite de oliva virgen extra actúa de forma similar a fármacos como aspirina o paracetamol

El aceite de oliva virgen extra actúa de forma similar a fármacos como aspirina o paracetamol

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Los propiedades saludables de los aceites de oliva vírgenes extra (AOVEs) son cada día más evidentes a tenor de las investigaciones científicas y los ensayos que se desarrollan a nivel nacional o internacional sobre el “oro líquido”. Su consumo habitual se relaciona con la prevención de eventos cardiovasculares o cerebrovasculares, y del reumatismo, e incluso con el retraso en la aparición del cáncer, el alzheimer y otras enfermedades crónicas muy frecuentes en edades avanzadas. Y con una mayor esperanza de vida, como muestra la gran longevidad de los griegos, los mayores consumidores de AOVE del planeta. Pero, el virgen extra también contiene un componente menos conocido -“Oleocanthal”-, que actúa como antiinflamatorio natural, de forma similar a fármacos tan populares como la aspirina, el ibuprofeno o el paracetamol.

   El doctor Jose Antonio Amérigo es presidente de la Sociedad Andaluza del Oleocanthal-Asociación Española, una entidad sin ánimo de lucro que reúne a científicos, médicos, dietistas y cocineros interesados en divulgar el este fenol presente en el aceite.

Mejor variedades como la picual o cornicabra frente al hojiblanca o picudo

    “Es un componente minoritario de los AOVE, aunque no está en todos y depende mucho del tiempo de cosecha, terreno y agua”, explica Amérigo, quien remarca que varietales como picual, cornicabra y morisca mantienen niveles bastante estándar, mientras que hojiblanca o picudo lo pierden a los pocos días de cosecharlo.

    “Se trata de un antiinflamatorio no esteroideo (AINE). Es el primer caso que se da en la naturaleza, el de un medicamento dentro de una sustancia como el aceite de oliva virgen extra”, asegura.

    Según Amérigo, “nadie ha tomado interés por el ‘Oleocanthal’ hasta que hemos aparecido un grupo de médicos y científicos que nos hemos dado cuenta de que el AOVE tiene un extra muy importante para la salud, que es un antiinflamatorio igual que el ibuprofeno, el paracetamol, el diclofenaco o cualquier otro que recomendamos los médicos en nuestras consultas casi a diario”.

    A su juicio, “el AOVE es por tanto el único alimento funcional natural que hay en el mundo. No hay ningún otro”, ni tan siquiera los derivados lácteos a los que “se introducen cosas” y se venden como tales.

    Expertos de la Universidad UC Davis de California han demostrado por primera vez -en pruebas con humanos-, que personas que tomaron AOVE rico en Oleocanthal no tenían agregación plaquetaria, el mismo efecto que tiene la aspirina para la prevención de infartos y otras dolencias cardiovasculares, añade.

    Apunta que el AOVE rico en Oleocanthal se puede utilizar también para evitar quemaduras en la piel o “después de tomar el sol” por su poder “anti-inflamatorio” y que la Asociación estudia tratamientos en uno de los centros de referencia en este ámbito en España, el Hospital de la Costa del Sol.

    Amérigo afirma que hay multinacionales, interesadas e incluso avanza que una compañía norteamericana “quiere extraer extracto de Oleocantal puro del AOVE”.

Las posibilidades del AOVE hay que verlas esde la prevención y no como curación

    Insiste en que las posibilidades del AOVE hay que entenderlas desde el punto de vista de la “prevención” y no como curación, y en que debe tomarse virgen extra, porque otras categorías, como los refinados, no tienen estas características saludables.

    Por otra parte, el experto defiende el uso del virgen extra en la cocina por los beneficios que aporta para el organismo, ya que “está demostrado que los fenoles, al freír, pasan al alimento”, de acuerdo con investigaciones de la Universidad de Granada.

    Remarca que la mayoría de la población utiliza en la cocina otras grasas saturadas, más baratas en algunos casos, pero que constituirán la base de futuras enfermedades crónicas en el futuro.

    Las investigaciones con Oleocanthal las lidera Australia, Grecia y, sobre todo, EEUU; “En España, vamos por detrás” y “sorprende mucho, me llama la atención” que en el principal productor del mundo no se haya publicado nada a excepción de unos trabajos muy importantes hace unos años que realizó el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela.

    En nuestro país, lamenta Amérigo, “no hay interés por el liderazgo mundial en esta investigación”, porque piensa más en “vender y hacerlo a bajo precio; no hay ninguna acción real y puntera en España”.

    Una situación que esta Asociación quiere contrarrestar para que España no pierda el liderazgo internacional, por lo que ya colabora con varias empresas y centros de investigación; de momento, sólo es posible conseguir extracto de Oleocanthal en Grecia.

 

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