30 Abr El 20,54% de la superficie regada en España corresponde al olivar
Los datos sobre superficie regada en España constatan un incremento moderado pero constante desde hace más de una década. En concreto, en 2014 se han alcanzado las 3.605.121 ha., mientras que en 2002 la cifra era de 3.367.486 hectáreas. De éstas, el 20,54% corresponden al olivar en 2014 (740.511 ha.).
Así se desprende del informe sobre regadíos en España realizado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente; y de la encuesta sobre el uso de agua en el sector agrario realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Del mismo modo, el informe recoge una marcada tendencia a la baja en el volumen de agua de riego utilizado en el sector agrario, al descender de 17.681 hectómetros cúbicos en 1999 a 15.833 en 2012.
En el caso del olivar, éste fue junto con el viñedo el cultivo que experimentó un mayor descenso en cuanto al volumen del agua utilizada, con un 19% menos que el año anterior, lo que representa el 9% del volumen del agua de riego utilizado en 2012.
Modernización de regadíos
El mayor equilibro entre la superficie regada y el consumo de agua en el sector agrario encuentra su origen, según el Magrama, en las obras de modernización de regadíos acometidas desde el año 2000, cuando se comenzaron las actuaciones del Plan Nacional de Regadíos, que han afectado 1,5 millones de hectáreas.
Desde entonces se han realizado inversiones públicas y privadas por valor de 3.815 millones de euros. La parte de inversión privada corresponde a la aportación de las Comunidades Regantes, que ha sido de 1.172 millones de euros, sin contar con la inversión en el sistema de riego dentro de su parcela. La inversión pública ha ascendido a 2.643 millones de euros, de los que el 67% corresponde a la Administración General del Estado y el 33% a las Comunidades Autónomas.
Tal y como indica el Ministerio, estas inversiones “han permitido hacer un uso más eficiente del agua”, al tiempo que “han conseguido mejorar el nivel de vida de los agricultores e incorporarles a la sociedad de la tecnología, la información y la innovación y han favorecido la fijación de la población al territorio, haciendo atractivo el trabajo en el medio rural”. Así mismo, el Magrama destaca que han permitido “mantener y mejorar la competitividad de la agricultura de regadío”.
Fuente: Mercacei
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