20 Abr Preocupación entre los olivareros por la falta de mejores medios de control de la mosca del olivo.
La «Bactrocera oleae», más conocida comúnmente como la mosca del olivo, es una de las peores plagas que afecta a los olivares andaluces y, si no se controla adecuadamente, causa enormes daños y perdidas en la cantidad y calidad del aceite obtenido en cada campaña. La mosca pone sus huevos de los que nacen las larvas que se alimentan de la pulpa del fruto del olivo, las aceitunas. Son daños cuantitativos y cualitativos. Por un lado las larvas consumen una parte importante de la pulpa de la aceituna lo cual reduce el rendimiento en aceite. Otra parte de la producción se pierde debido a que los frutos atacados caen prematuramente del árbol. En el aspecto cualitativo hay que considerar que las aceitunas con alta incidencia de esta plaga producen un aceite de peor calidad que las. El aceite obtenido de estas aceitunas atacadas puede tener una acidez (expresada en ácido oleico, de entre el 2% al 10% según el porcentaje de infectación, y también son aceites con una menor capacidad de conservación ya que presentan un índice de peróxidos más elevado. Debido a los ataques de la mosca también se producen daños cualitativos de forma secundaria, ya que en los restos que la larva va dejando dentro del fruto, se desarrollan hongos que deterioran la calidad del aceite obtenido.
Está más que claro que es necesario controlar la población de la mosca del olivo con tratamientos preventivos y fumigacionesdesde el aire para evitar una merma en la producción y en la calidad de los aceites de oliva que se produzcan. Así las cosas la Interóleo Picual, un grupo comercializador de aceite de oliva a granel que aglutina a 23 cooperativas y almazaras de aceite con un producción conjunta de 55 millones de kilos de aceite, ha dado la voz de alarma «porque este año no se vaya a realizar, tampoco, ningún seguimiento de control de la mosca del olivo que tanto daño hizo a la producción de la pasada campaña. Por ese motivo, reclamamos a las administraciones una mayor inversión para desarrollar mejores medios de lucha contra esta plaga, con el objeto de garantizar la excelencia en nuestros aceites virgen extra».
Según Interóleo la incidencia de la mosca del olivo en la campaña 2014/2015 ha supuesto una importante reducción de la calidad de los aceites producidos, que se ha unido a la baja cosecha alcanzada por las adversidades climatológicas, con una primavera y un otoño muy secos y una subida de las temperaturas que causó un estrés hídrico en los olivos, con la consiguiente pérdida de producción. Estas circunstancias propiciaron, a su vez, un mayor desarrollo de las plagas, en especial la de la mosca del olivo, «hasta el punto de que un porcentaje muy elevado de aceites extras se tuvieron que calificar como lampantes y, en la actualidad, se venden a 60 céntimos menos, lo que conlleva la consiguiente pérdida de renta para el agricultor».
Por ello, desde Interóleo pedimos a las administraciones una mayor inversión en la investigación y el desarrollo de mejores medios para el control de esta plaga que favorezca el trabajo de los técnicos y fomente la constitución de ATRIAS (Agrupaciones para el Tratamiento Integrado en Agricultura) y API (Agrupaciones de Producción Integrada) con el objeto de que el trabajo de campo, para evitar los daños de la mosca del olivo en la próxima campaña, se haga de forma integral y por comarcas. «Consideramos que el coste de los tratamientos, que son una vía de prevención fundamental, son muy inferiores a los beneficios que se obtienen por el incremento del precio en las ventas que, una vez controlada esta plaga, aumenta la calidad de los aceites obtenidos, que es la principal razón de ser de la comercialización» alertan desde Interóleo.
Fuente: ABC – Jaén
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