02 Ago La UJA descubre nuevas propiedades antiinflamatorias del aceite virgen extra picual
Un grupo de investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) ha constatado los beneficios del ácido graso nitrooléico como un elemento de alto poder antiinflamatorio, preventiva de aterosclerosis y de otras enfermedades cardíacas.
Según ha concretado la UJA, se trata de un estudio recientemente publicado en la revista ‘Plos One’, titulado ‘Olives and olive oil are sources of electrophilic fatty acid nitroalkenes’, en colaboración con investigadores del Centro de Investigaciones Biomédicas (Ceinbio) de Montevideo (Uruguay) y del Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos).
De esta manera, en un proyecto conjunto desde 2004, respaldado por el entonces presidente de Citoliva y actual rector de la UJA, Manuel Parras, y liderado por Juan Bautista Barroso, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UJA, en el que también trabajan los investigadores Beatriz Sánchez, Capilla Mata, María Nieves Padilla, Juan Carlos Begara y Raquel Valderrama, se ha logrado detectar el nitrooléico, que es el ácido graso básico mayoritario nitrado, tanto en la aceituna como en el aceite de oliva virgen extra de tres variedades representativas de la provincia de Jaén –picual, arbequina y frantoio–, siendo la variedad picual en la que mayor contenido tiene.
Según ha comentado Juan Bautista Barroso, se sabía de la existencia en el aceite de oliva de “una serie de componentes minoritarios que tienen propiedades antiinflamatorias que afectan a la salud cardiovascular”, pero “no se había podido discriminar qué componentes del aceite realmente son responsables de ese tipo de acciones”.
Los ácidos grasos nitrados fueron descubiertos en mamíferos en 1994 por investigadores del Ceinbio, y en 2004 comenzó una colaboración del Grupo de Bioquímica y Señalización Celular de la UJA con este equipo de científicos uruguayos que disponían de un “potente espectrómetro de masas”, capaz de reconocer la molécula de ácido graso nitrado en el aceite de oliva virgen extra, es decir, en vegetales.
Las propiedades antiinflamatorias y de señalización cardiovascular de esta molécula están “extensamente demostradas”, de forma que, en palabras de Barroso, “ya no se trata de decir que el aceite de oliva virgen extra es magnífico, que tiene propiedades antiinflamatorias y cardiovasculares, como complemento nutricional, sino que tiene un valor añadido de salud”.
Además, a nivel de enfermedades neurodegenerativas, y en colaboración con los científicos de Montevideo, existen resultados preliminares que indican que el nitrooléico “retrasa los síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica” (ELA), de forma que la presencia de dicha molécula en el aceite de oliva “no solamente aporta un valor como complemento nutricional, sino también un valor añadido de salud, y se podría utilizar, si no como fármaco, sí desde el punto de vista de la nutracéutica”.
Desde la UJA se subraya que este hallazgo “posibilitaría la producción futura de un fármaco que contenga la molécula extraída de los vegetales, la utilización de los aceites con finalidad nutracéutica, o bien facilitaría la generación de aceites de mayor calidad, tanto del punto de vista de la producción a nivel de la industria olivarera, como del valor añadido en el ámbito de la salud cardiovascular, principal causa de mortalidad a nivel mundial”.
Abundando más en el tema, Barroso ha explicado que no hay estudios que indiquen que todas las variedades de aceite de oliva virgen extra contengan nitrooléico, “pero sí se puede decir que, en estudios ‘in vitro’ en laboratorio, la ingesta de aceite de oliva en condiciones de simulación gástrica, con un ‘pH’ muy ácido y en presencia de nitritos, muy abundantes en los vegetales, se favorece la producción de nitrooléico”, que “pasa al torrente circulatorio y ejerce ahí sus efectos antiinflamatorios y de señalización cardiovascular”.
Esta investigación forma parte de un Proyecto de Excelencia de la línea ‘Cultivo del olivar y el aceite de oliva’, de la convocatoria 2010 de la Junta de Andalucía, de la que es investigadora principal Raquel Valderrama. En este proyecto se explicita la detección de los ácidos grasos nitrados del aceite de oliva de diferentes variedades y durante el proceso de maduración de la aceituna.
Fuente: Olimerca
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