"Hay que desdramatizar la prohibición de las aceiteras"

13 Ene "Hay que desdramatizar la prohibición de las aceiteras"

PEDRO BARATO. PRESIDENTE DE LA INTERPROFESIONAL DEL ACEITE DE OLIVA

El aceite de oliva se lanza a conquistar nuevos mercados sin olvidarse de los consumidores españoles, fieles incluso en los momentos difíciles.

-Hay un estudio de la Junta que revela que los agricultores tienen poco conocimiento sobre el aceite de oliva. Eso resulta preocupante, sobre todo, teniendo en cuenta que es la principal región productora. 
-Creo que las cosas hay que ponerlas en su justo término. Es cierto que, empezando por mi casa que somos hijos y nietos que teníamos molino y mucho que ver con el aceite, hablamos habitualmente de aceite de oliva en general, pero cuando empezamos a hablar de aceite de oliva virgen, de aceite virgen extra o de aceite de oliva nos perdemos un poco. No se trata de un desconocimiento general aunque cuando entramos a detallar y describir las propiedades ya es mayor. En todo caso, el aceite de oliva es un producto hegemónico en Andalucía y es importante que siga siendo un sector potente y que todos los eslabones de la cadena continúen repartiendo riqueza.

-Esta campaña que ha llevado el aceite a la calle pretende que los consumidores aprendan más del aceite de oliva. 
-Eso mismo, con este tipo de campañas queremos precisamente que se hable de la categoría del aceite y de las variedades. Hemos escogido cuatro, las emblemáticas, como son los aceites procedentes de la aceituna arbequina, la picual, la cornicabra y la hojiblanca… Sabemos que en España tenemos más de 260 variedades, pero éstas son bastante representativas.

-El ciudadano habla ahora del fin de las aceiteras en hostelería, una medida que el sector olivarero aplaude. 
-De entrada el asunto de las aceiteras hay que desdramatizarlo un poco. Hay gente que está utilizando datos para poner en cuestión la prohibición que no son ciertos. Hay que velar por el consumidor porque se lo merece todo y es el que tiene que elegir. Pero tiene que elegir sabiendo lo que hay, si es un aceite virgen extra o sólo virgen, si es de oliva sólo o si son otros aceites. Y aquí todos hemos sido jóvenes y hemos visto cómo se rellenaban muchas cosas y eso ha dejado de hacerse y no pasa nada. Ahora nos vienen con el tema del medio ambiente y los envases. Para rellenar las aceiteras se utilizaba habitualmente una garrafita de cinco litros que era de plásticos PET, por tanto no hay tanto problema con destruirlos. Lo único que queremos es velar por el consumidor y desde luego esa medida ni encarece ni perjudica y creo que beneficia a todo el mundo.

-¿Y las nuevas normas de etiquetado que marca Bruselas? 
-El etiquetado creo que es algo que Italia está forzando mucho. A nosotros todo lo que sea garantizar que esa etiqueta se corresponde a esa botella o a lo que va en cualquier envase bienvenido sea. Pero si lo que van a hacer es crear más burocracia y más historias, entonces no estoy de acuerdo. Todo lo que sea clarificar e identificar lo que hay dentro, perfecto.

-¿Y la crisis económica está afectado al aceite de oliva? 
-Sí. Los datos que estamos viendo, sobre todo en los estudios con la gran distribución, revelan que no sólo el aceite de oliva sino también otros están disminuyendo. Pero a partir de agosto pasado y más concretamente desde noviembre ya se ve que el consumo de aceite de oliva vuelve a crecer. La crisis también ha pasado factura porque alguna gente lo ve como un producto caro.

-¿Y la campaña de aceituna actual? Perece que se recupera la producción. 
-Se recupera pero hasta que el toro entra por el patio del desolladero todo es toro. Estamos teniendo unas condiciones meteorológicas muy adversas. Hay determinadas zonas, como por ejemplo la mía en La Mancha, he terminado y he tenido menos de lo que debía de tener. No nos podemos confundir con los datos, yo creo que finalmente vamos a tener una campaña simplemente normal, no las grandes cifras que se daban.

-En los últimos tiempos parece que ha aumentado la preocupación por el fraude, al menos el económico. Se piensa que las inspecciones no son suficientes. Parece que hay cierta inseguridad sobre lo que se está consumiendo. 
-En el fraude, como en todo, no se pueden dispara las alarmas. Hay que dedicarle menos titulares de periódico y más aplicación de los códigos penales, mercantiles y de sanidad, porque a veces estas denuncias han obedecido a cuestiones que nada tienen que ver. El fraude hay que perseguirlo, si es que existe, y que el la haga, la pague.

-Sobre todo los que se aprovechan de la delgada línea entre virgen y virgen extra. 
-Por eso estamos trabajando en un panel test para que sea fácil su identificación y esto no tiene truco. Los trucos los hacen los que están fuera de la cadena olivarera.

-Y respecto a las exportaciones de aceite de oliva, carta de presentación de la agroalimentación española en muchos países. 
-Hay que volver a los datos de hace dos campañas y conseguir la senda de las 950.000 toneladas, que yo creo que es posible. Y lo es porque cada vez hay más mercados emergentes. Ahora estamos en India, un país con cien millones de habitantes de poder adquisitivo importante donde ya se ha registrado un incremento del consumo de aceite de oliva del 150%. Indonesia, Estados Unidos, Brasil y otras economías emergentes son otros tantos destinos por los que tenemos que apostar. Creo que con las campañas que estamos haciendo y un trabajado adecuado se va a conseguir.

Fuente: ABC