29 Ene El aceite de oliva previene la aparición de problemas circulatorios
Si no tiene suficiente motivos para seguir la dieta mediterránea, aquí tiene uno más: un artículo publicado hoy por la revista de la asociación médica americana (Journal of the American Medical Association, JAMA) aporta datos que prueban que una dieta rica en aceite de oliva virgen reduce el riesgo de arteriopatía periférica o endurecimiento de las arterias de piernas y brazos.
Un equipo de científicos de la Universidad de Navarra ha publicado los resultados del primer ensayo clínico que muestra cómo una intervención dietética (dieta mediterránea con abundante ingesta de aceite de oliva virgen) puede conseguir una reducción significativa (un 66%) del riesgo de arteriosclerosis periférica. La arteriopatía o enfermedad vascular periférica provoca el estrechamiento u obstrucción de las arterias de brazos y piernas, aunque es mucho más frecuente en estas últimas. Pueden acabar provocando úlceras, heridas sin cicatrizar y incluso gangrena. En casos avanzados puede ser necesaria la amputación.
En el estudio, de cuatro años de duración, participaron unos 7.400 hombres y mujeres de edades comprendidas entre los 55 y los 80 años con alto riesgo de enfermedad vascular arteriosclerótica. Se dividió de forma aleatoria a los participantes en tres grupos. El primer grupo siguió una dieta mediterránea con abundante aceite de oliva virgen; el segundo, una dieta baja en grasas, y el tercero siguió una dieta mediterránea con frutos secos en lugar de aceite de oliva. El ensayo forma parte del programa Prevención con Dieta Mediterránea (Predimed)
Los síntomas más habituales de la arteriopatía o enfermedad vascular periférica es dolor al caminar que pasa cuando el paciente se detiene. Pueden acabar provocando úlceras, heridas sin cicatrizar y incluso gangrena en casos más graves en los que puede ser necesaria la amputación. Por otra parte, la presencia de arteriopatía periférica también suele ser indicio de arteriosclerosis en otras partes del organismo como el corazón o el cerebro con el consiguiente riesgo de cardiopatías o de ictus. Se calcula que un 5% de la población mayor de 50 años padece esta enfermedad. Es más frecuente entre hipertensos, fumadores, diabéticos y personas con niveles altos de colesterol.
Fuente: Medicina 21
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