11 Oct ¿Cómo mantener un corazón en buen funcionamiento?
Estudios han demostrado los beneficios que tienen para el corazón seguir una serie de recomendaciones como la de no consumir tabaco, llevar un régimen alimentario bien equilibrado, mantener el bienestar mental, realizar regularmente ejercicio y mantenerse activo.
Los especialistas aconsejan igualmente medir el riesgo cardiovascular sobre todo a las personas que son diabéticas, fuman, tienes el colesterol elevado o la presión elevada.
Identifica tu frecuencia cardíaca (FC) en reposo. Si en reposo tu FC es mayor a 75 latidos por minuto, tu riesgo de enfermedades coronarias o infarto es mayor.
El ejercicio reduce los latidos del corazón por minuto y aumenta la eficacia del corazón para hacer fluir mejor la sangre.
Es mejor ejercitarte en varias series combinando intensidades y separadas por un pequeño descanso. El mantener la intensidad puede generar riesgos cardíacos.
Es recomendable que te des un tiempo para relajarte durante el día. Así calmas el ritmo cardíaco alterado y las hormonas del estrés que afectan al corazón.
Evita el ruido para dormir. El tener un sueño pleno evitando los ruidos al dormir es indispensable. Un despertar ruidoso puede elevar en promedio hasta en 13 latidos por minuto la frecuencia cardíaca.
Usa el centímetro. Divide la medida de tu cintura entre la medida de tu cadera. El índice promedio cintura-cadera debe ser: < 0,8 en mujeres y < 0,9 en hombres aproximadamente.
Consume Omega 3. Recuerda que los ácidos grasos monoinsaturados y el EPA y DHA ayudan a cuidar el corazón. Además de legumbres, frutas y hortalizas; incluye el aceite de oliva, frutos secos, palta y pescados grasos.
Controla el consumo de sal. La sal yodada es buena para la salud, pero el abuso de la sal aumenta el riesgo de enfermedad al corazón, no solo se trata de la sal añadida sino del sodio contenido en los alimentos. El consumo moderado es una forma inteligente de evitar su mal funcionamiento.
Evita fumar. Así tienes menos riesgo de morir por enfermedades asociadas con el tabaco. Si dejas de fumar, a los 20 minutos, automáticamente disminuye la presión arterial.
Entre las 2 semanas y los 3 meses mejora la circulación y la función pulmonar.
Al año el riesgo de enfermedad coronaria disminuye a la mitad. En 5 años disminuye a la mitad el riesgo de accidente cerebrovascular y se iguala al de un no fumador.
En 15 años el riesgo de enfermedad coronaria es similar al de un no fumador, a los 30 años reduce tu probabilidad de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con fumar en más del 90%.
En 50 años reduces el riesgo a 50% en comparación con quienes siguen fumando.
Fuente: Andina
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