23 Jun Aprenda a reconocer las grasas buenas
No todos los males del organismo ligados al peso y al corazón se le deben achacar a las grasas. Los aceites vegetales se consideran una fuente de energía natural y saludable y se recomienda su consumo, aunque con moderación ya que pueden aportar gran cantidad de calorías.
Es fácil aprender a reconocer aquellas que son buenas para la salud ya que la mayor fuente de las grasas buenas está en los aceites de oliva, girasol y canola, así como en aquellos que se extraen de vegetales y semillas como el aguacate, pistachos, almendras, avellanas, nueces, maní y aceitunas. A estas se les llama grasas monoinsaturadas y proceden de los aceites vegetales, ayudan a proteger el corazón y aportan beneficios para la salud.
La bondad de estos aceites con altos porcentajes de grasas buenas (monoinsaturadas) radica en ventajas que los hacen más beneficiosos que los provenientes de la grasa animal o aquellos con alto contenido de grasas poliinsaturadas. Algunos de estos por ejemplo, contribuyen a disminuir el colesterol y los triglicéridos de la sangre, tienen un alto contenido de vitamina E y no contienen grasas trans, debido a que las nuevas tecnologías de la industria han permitido eliminarlas.
El aceite de oliva virgen extra virgen además de ofrecer los anteriores beneficios, también tiene un efecto protector contra el cáncer y es benéfico para el sistema digestivo ya que reduce la secreción de ácido gástrico, evitando las úlceras.
Una recomendación importante a la hora de comprar aceites es elegir aquellos elaborados por compañías reconocidas y con amplia trayectoria ya que sus procesos y productos cumplen con altos estándares de calidad, las etiquetas nutricionales declaran un contenido veraz, real y completo, y tienden a ofrecer gran variedad de productos innovadores y seguros que contribuyen a mejorar la salud cardiovascular.
Cuatro claves para elegir aceites con “grasas buenas”:
• Protegen el corazón. Aumentan el colesterol “bueno” y disminuyen el colesterol “malo” y el colesterol total, lo que reduce el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, principalmente infarto de miocardio, angina de pecho y derrames cerebrales.
• Aportan vitaminas. Tienen un alto contenido de vitamina E, la cual es considerada un potente antioxidante natural que protege y neutraliza el daño de los radicales libres, sustancias responsables del envejecimiento de los tejidos, además estimula el sistema inmune. Ayudan en la absorción de vitamina A, encargada de proteger la visión y la piel; vitamina D, la cual permite fijar el calcio en los huesos, generar impulsos nerviosos y movimiento de los músculos; y vitamina K, responsable de la coagulación de la sangre.
• Aportan grasas saludables. El alto aporte de ácidos grasos monoinsaturados y bajo aporte en saturados y poliinsaturados en estos aceites, los hace más sanos, protegen al sistema circulatorio y generan bienestar al cuerpo.
• Buena opción para freír alimentos. Al freír un alimento se debe escoger un aceite que contenga mayor contenido de grasas monoinsaturadas y bajo contenido de grasas poliinsaturadas porque son más estables al ser expuestas a altas temperaturas, se descomponen lentamente e impregnan menos los alimentos.
Fuente: tusemanario
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