16 Ene Aceite de oliva: el más natural de los remedios
Incluido en la alimentación saludable y base de la dieta mediterránea, el aceite de oliva representa hoy, un nuevo aliado de la salud. Si bien su historia benéfica para el organismo, lleva ya muchos años, en el presente se lo ha revalorizado gracias a sus diversas propiedades.
Disminuye la secreción de la acidez gástrica. También la actividad secretora del páncreas sin afectar la digestión de los alimentos.
Mejora el vaciamiento de la vesícula biliar, lo que evita la formación de cálculos biliares.
Mejora la absorción intestinal de diversos nutrientes, especialmente los inorgánicos, corrigiendo enfermedades como la anemia.
En el sistema cardiovascular:
Provoca una disminución del colesterol total en sangre.
Disminuye presión arterial y colesterol LDL (malo) sin modificar los niveles de colesterol HDL (el bueno).
Estimula la producción de vasodilatadores (mejora la fluidez de la sangre) y reduce la capacidad de oxidación del colesterol LDL, lo que evita el infarto por ateroma.
Disminuye la presión arterial.
Sobre procesos oxidativos:
El aceite de oliva es un gran impedimento para la oxidación celular, por lo que contribuye a prevenir muchas enfermedades e, incluso, la vejez prematura.
Sobre enfermos de diabetes:
Mejora el perfil lipídico y disminuye la glucemia, lo que permite rebajar las dosis diarias de insulina.
Otros usos medicinales:
Plinio el Viejo, en el Siglo I, ya empleaba las hojas de olivo (solas o mezcladas con aceite o miel) para cicatrizar úlceras, y el aceite contra la fiebre, el cansancio muscular y las convulsiones tetánicas.
La medicina naturista prescribe hojas y corteza de olivo en infusión contra la hipertensión porque contiene un glucósido amargo de acción hipotensora.
Como laxante, emoliente y protector de las inflamaciones del tracto intestinal.
En uso tópico, en enemas, en ciertas dermatosis (eczemas, soriasis) o en quemaduras, en forma de linimento óleo-calcáreo. La recomendación es en caso de eczemas, masajear la parte afectada con aceite de oliva extra virgen.
También lo recomiendan los dermatólogos en la limpieza de la piel para facilitar la acción curativa de las pomadas.
En Kenia y Tanzania, los masai utilizan las raíces de olivo molidas para protegerse de la malaria (práctica, únicamente, de fundamento homeopático).
Dejar de fumar: cada mañana, en ayunas, se deben tomar 5 gotas de aceite de oliva virgen extra en una cucharita (preferiblemente de plata, ya que ayudará a no estropear la acidez del aceite). Poco a poco, se debería ir eliminando los peligrosos efectos adictivos de la nicotina.
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