La sequía amenaza la campaña del verdeo en Andalucía

La sequía amenaza la campaña del verdeo en Andalucía

En el calendario del campo andaluz septiembre está marcado por el inicio de la campaña del verdeo de la aceituna de mesa, que esté año ha comenzado con previsiones algo negativas a causa principalmente de la sequía y de la caída de los precios que no logran alcanzar los costes de producción.

A la sequía que viene sufriendo el olivar se ha sumado la falta de agua en los pozos, lo que hace prever que la cosecha será media-corta, sobre todo en las zonas de secano. Aunque algunas superficies puntuales con menor producción están presentando mejores condiciones de recolección para el verdeo.

Según las previsiones de COAG Andalucía, se esperan recoger unas 500.000 toneladas de aceituna de mesa esta campaña, lo que supone un 20% menos que el año pasado y la peor cifra de los últimos cinco años.

La recolección de la aceituna de mesa genera cada año en Andalucía 2,5 millones de jornales, un 10% más que la recogida del fruto destinado a la producción de aceite, a esto hay que sumar el empleo que se genera con la elaboración y envasado del producto.

El impacto económico de la aceituna andaluza en el mercado ronda entre los 1.300 y los 1.400 millones de euros, una cifra que se verá mermadas también en un 20% durante esta campaña, al igual que el empleo y el volumen de recolección.

“Esta situación se debe principalmente (en un 80% o 90%) a la sequía y el resto al precio, porque no cubren los costes de producción y los agricultores deciden dejar la aceituna para la producción de aceite” comenta  el responsable de aceituna de mesa de COAG Andalucía, Antonio Rodríguez.

En Andalucía la principal provincia productora de aceituna es Sevilla que aglutina 85.000 hectáreas, lo que supone el 70% del total de la superficie de producción a nivel nacional.

Exportaciones

Entre el 60% y el 70% de la aceituna de mesa de Andalucía se exporta fuera de España, el principal país destino es EEUU, seguido de Centro Europa, aunque ahora también se está introduciendo en mercados emergentes como el Golfo Pérsico, India y China.

“El país estrella de la aceituna española siempre ha sido EEUU, allí siempre ha sido muy apreciada, aunque últimamente hay países emergentes como Grecia que nos están haciendo la competencia”, señala el representante de la asociación agraria.

COAG Andalucía denuncia que siguen sin conseguirse los contratos-tipo que garanticen los costes de producción y establezcan el precio de compra, una medida que sí se utiliza normalmente en otros países, por lo que han llevado el asunto a la Interprofesional Interaceituna, con el objetivo de conseguir que se establezcan unos precios que garanticen los gastos de los agricultores.

A este organismo también han trasladado la necesidad de especificar las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de la aceituna Manzanilla y Gordal de Sevilla, con el fin de que el cliente conozca la procedencia del producto que consume.

“No nos oponemos a la importación pero queremos que el cliente sepa de donde viene cada aceituna”, señala Rodríguez.

Por otro lado, actualmente el aceite de oliva tiene un buen precio y las previsiones de cosecha son menores a las del año pasado, por lo que desde COAG consideran interesante que algunos productores de aceituna de doble aptitud destinen su cosecha, o parte de ella, al molino.

A estos asuntos se suma la precocupación del sector olivarero ante la “Xylella fastidiosa” una bacteria que se conoce como “el ébola del olivo” y que tras arrasar con más de un millón de olivos en Italia ha llegado a España, primero se tuvo constancia de su presencia e Mallorca y recientemente también se ha detectado en la península, en concreto en Alicante.

El resposable de la aceituna de mesa de COAG Andalucía se muestra cauto en este sentido, en primer lugar tacha de alarmante el apodo que han dado a la plaga y después explica que es “complicado” que llegue a los olivares andaluces por las altas temperaturas que estos alcanzan. No obstante, advierte que es necesario extremar precauciones en los viveros y las plantas ornamentales, ya que es ahí donde si podría propagarse.

“Lo tomamos con precaución pero sin alarma. En España bajamos la guardia con la importación de productos agroalimentarios y habría que tener más precaución en este sentido”, subraya.

Mientras tanto, la Junta de Andalucía ha reforzado la vigilancia y los protocolos de respuesta ante esta plaga, creando incluso una aplicación móvil a través de la cual los agricultores pueden avisar de la presencia de esta bacteria a la Red de Alerta de Información Fitosanitaria (RAIF).

Fuente: El economista Andalucia

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